Tabaco y piel

Tabaco y piel

 

La piel sufre graves consecuencias al consumir demasiado tabaco, pues provoca no solamente enfermedades como el cáncer, sino que también afecta la estética o apariencia de las personas, generando arrugas y provocando un envejecimiento prematuro; volviendo la piel más reseca y áspera; el tabaco maltrata la piel de todo el cuerpo, pero es más notable en el rostro ya que éste recibe poca oxigenación en las células y rayos ultra violetas, lo cual hace que el cutis parezca grisáceo y apagado; este envejecimiento es más notable en las mujeres ya que la piel es mucho más fina y delicada en este género.

Es necesario enfatizar que el envejecimiento se presenta a una edad avanzada en personas no fumadoras, pero en personas fumadoras este se puede presentar a temprana edad.

El cabello también sufre los efectos del monóxido de carbono, volviéndose más reseco, quebradizo, opaco, áspero y obteniendo el olor característico del cigarrillo.