El Tabaco, Ejercicios y Rutinas
Si se está en proceso de dejar de fumar, el ejercicio físico moderado y regular es un buen aliado, ya que presenta ventajas para los exfumadores y para quienes tratan de dejar de fumar.
El motivo es que la actividad física favorece la producción de endorfinas, unos neurotransmisores que estimulan el cerebro de similar manera que la nicotina. Por ello, ir al gimnasio, salir a correr, nadar o andar en bicicleta son algunas de las claves para dejar atrás esta adicción que afecta al sistema cardiovascular y pulmonar.
Ventajas
- Ayuda a consumir calorías y por lo tanto a mantener el peso ideal
- Normaliza los niveles de colesterol y tensión arterial
- Es una distracción que hará que la persona no se acuerde tanto del tabaco
- Es relajante: Se elimina la tensión y con ella la ansiedad que produce el no fumar
- La persona se hará menos irritable
- Produce sensación de bienestar. Ayuda a sentirse bien y mejora el estado de ánimo
- Previene la depresión
Plan
- Comenzar caminando 15-30 minutos
- Aumentar este tiempo progresivamente a medida que se tolere mejor
- Se debe caminar a un paso en el que se note que la frecuencia cardíaca aumenta ligeramente, no sirve pasear despacio ni pararse a mirar escaparates
- Se debe mantener un ritmo uniforme
- Hay que probar el caminar en compañía de alguien, eso hace menos aburrido el paseo, ayuda a mantener el ritmo y da motivación
- Se debe mantener un ritmo que permita hablar con el acompañante
- Hacer deporte en grupo puede ser beneficioso, pues es más divertido y aumenta la motivación
- Se debe tener la precaución de no intentar a toda costa seguir el ritmo de los que están más en forma
- Evitar de momento aquellos deportes que requieran demasiado esfuerzo ya que el organismo puede no estar preparado aún y puede ser peligroso
- Consultar con el médico
- La práctica de ejercicio debe ser habitual y rutinaria, todos los días, e intentar que siempre sea a la misma hora
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